Colectivamente, cada vez tenemos más conciencia respecto al impacto que tienen nuestras acciones diarias en la salud de nuestro planeta.
Como sociedad, tenemos las mejores intenciones respecto a mejorar el medio ambiente. El problema viene cuando no sabemos cuáles acciones son mejores para reducir la basura que producimos o cuáles opciones son mejores para el medio ambiente.
Continua leyendo y descubre X cambios que puedes hacer a la hora de hacer el súper y reducir la huella negativa en el medio ambiente.
Cambia las bolsas de plástico por reutilizables.
En la mayoría de las tiendas y los supermercados ya no dan bolsas de plásticos para guardar los víveres, lo cual es un gran paso para reducir la contaminación plástica.
También puedes reforzar más la práctica de reducir la basura plástica al hacer los siguientes cambios.
- Usa bolsas reutilizables para frutas y verduras. Existe una gran variedad en el mercado, desde mayas hasta bolsas plásticas más resistentes que las que ofrecen en los supermercados y que puedes lavar y reutilizar.
Compra productos frescos
Mientras más natural y fresco es un producto, es más sano para tu cuerpo y para el planeta.
- Piensa dos veces antes de comprar algo que viene envuelto en plástico. Mientras más natural es un alimento menos empaque necesitará.
- Opta por comprar productos que vengan envueltos en cartón, papel o aluminio y evita lo más que puedas el plástico.
El cartón y papel son biodegradables y el aluminio se recicla más que el plástico y también es más valioso en su reciclaje que el plástico.
Compra productos locales
Los productos importados tienen una huella negativa debido a todos los contaminantes en su proceso de transportación, auto, barco, etc. Mientras más larga la distancia, más es su huella de contaminación.
Comprando local apoyas a los comercios que están cerca de ti, reduces contaminación y apoyas la economía local. Sin contar que los productos pueden ser más económicos, ya que no traen el costo añadido de la transportación y los impuestos de importación.
Reducen la contaminación, apoyas a pequeños comerciantes y ahorras dinero.
Menos productos animales y más veggies
No es ningún secreto que los productos animales están llenos de químicos, hormonas y antibióticos. Desde el “pollito” que muchas madres piensan que es sano para sus hijos hasta el pescado que muchos piensan que es lo más sano que pueden comer. Los productos animales ya no son lo que alguna vez fueron y de esperarse, con una población mundial de más de 7.5 billones de personas fue necesario desarrollar prácticas que incrementaron la producción de alimentos, esto sin importar la calidad de los productos.
Sin contar que la industria ganadera produce más gases invernadero que la industria del transporte.
De acuerdo a un estudio de ONU, comer alimentos de origen animal produce una cantidad monstruosa de agua contaminada, gases invernadero y deforestación. Se cortan miles de hectáreas de bosques y selva anualmente para crear campos de cultivo para cosechar granos para alimentar animales, no personas.
Cambiar la dieta a una con un mayor consumo de frutas y verduras tiene mayores beneficios para la salud, como también para el planeta, sin contar el sufrimiento animal.
No es necesario cambiar a una dieta 100% vegetariana o vegana para tener un impacto en el mundo, sino comenzar por hacer cambios, con reducir significativamente el consumo de productos de origen animal ya que se estaría siendo parte de la solución y no del problema.
Compra lo que necesitas
Crea una lista de productos que necesitas y comidas de la semana. Cuando visites el supermercado asegúrate de comprar lo que tienes en la lista y evita comprar lo que quieres. Hay una diferencia entre lo que necesitamos y lo que queremos. Hay límites para lo que necesitamos pero no los hay para lo que queremos.
Al crear una lista y atenerte a ella, te enfocarás a únicamente comprar lo que está ahí. Es una forma más organizada de crear tus comidas, reduciendo desperdicio, como también ayudándote ahorrar dinero y seguir una dieta sana.
