La miel ha endulzado el paladar humano desde hace miles de años. Fue el primer endulzante descubierto por el humano hace 3,500 años en el antiguo Egipto, y desde entonces comenzaron también los descubrimientos de los beneficios de la miel y sus derivados, como el propóleo, entre otros.
Fue en el antiguo Egipto donde se tiene registro de los comienzos de la apicultura a gran escala. De hecho, los registros indican que los egipcios construyeron sistemas elaborados para la producción de miel, incluidas balsas especializadas para mover colmenas a lo largo del río Nilo para mantenerlas cerca de las plantas con flores de temporada.
Por lo que no nos sorprende que los egipcios encontraran un gran número de aplicaciones prácticas para la miel. Los ciudadanos utilizaron el líquido como edulcorante en los alimentos, mientras que los médicos aprovecharon las propiedades antibióticas naturales de la miel para producir ungüentos para curar heridas.
Incluso los momificados se beneficiaron del uso experto de la miel por parte de Egipto, ya que muchos de sus sarcófagos fueron sellados con cera recolectada de colmenas productoras de miel y los tarros de miel llenos generalmente se ofrendaban a los muertos como alimento durante el más allá. Aunque cueste trabajo creerlo, ¡algunas momias incluso fueron embalsamadas en el líquido dorado para mejorar la conservación del cuerpo!
Hoy en día la ciencia ha descubierto más beneficios de la miel que lo que conocían las civilizaciones pasadas, y no solo de la miel, sino de todos los derivados que producen las abejas. No por nada se considera oro líquido.
Continua leyendo y descubre la diferencia entre los diferentes derivados de las abejas, sus beneficios y una entrevista especial a Roxana Toscano, experta en apicultura, donde nos enseña cómo detectar productos de calidad.
Miel, propóleo, polen, cera y jalea real: ¿Cuál es la diferencia y sus beneficios?
Miel: La miel se hace con el néctar de las plantas con flores y se guarda dentro de la colmena para comer en tiempos de escasez.
El néctar, un líquido azucarado, se extrae de las flores con la lengua larga y en forma de tubo de las abejas y se almacena en su estómago adicional, o “cultivo” (sí, las abejas tienen dos estómagos). Mientras chapotea en el cultivo, el néctar se mezcla con enzimas que transforman su composición química y pH, haciéndolo más adecuado para el almacenamiento a largo plazo.
Beneficios: La miel tiene grandes beneficios antiinflamatorios, antioxidantes y antibacterianos. Se consume comúnmente por vía oral para tratar la tos y tópicamente para tratar quemaduras y promover la cicatrización de heridas.
Varias investigaciones han comprobado los beneficios de la miel para tratar varios padecimientos como mejorar la salud cardiovascular, gracias a que es una rica fuente de antioxidantes.
Mejora la salud pulmonar, actuando como un supresor natural de la tos nocturna y brindando alivio a problemas de garganta.
La miel puede brindar alivio a las afecciones del tracto gastrointestinal, como la diarrea asociada con la gastroenteritis. La miel también podría ser eficaz como parte de la terapia de rehidratación oral.
Enfermedad neurológica. Los estudios sugieren que la miel podría ofrecer beneficios antidepresivos, anticonvulsivos y ansiolíticos. En algunos estudios, se ha demostrado que la miel ayuda a prevenir los trastornos de la memoria.
Mejora el estado de la piel. Se ha demostrado que el uso tópico de miel de grado médico promueve la cicatrización de heridas, particularmente en quemaduras.
Propóleo: El propóleo es un producto resinoso natural que las abejas recolectan de varias plantas y lo mezclan con cera de abeja y enzimas salivales. El propóleo es duro y quebradizo en temperaturas frías, pero suave, flexible y pegajoso cuando se calienta, por lo que puede usarse para llenar huecos, cerrar agujeros y construir la colmena.
Beneficios: Los seres humanos han utilizado el propóleo por vía tópica para el tratamiento de heridas, úlceras cutáneas y erupciones cutáneas y en formas orales como terapia para la diabetes, la obesidad, el cáncer y otras afecciones.
Se considera que el propóleo tiene actividad antiinflamatoria, antioxidante, antidiabética e incluso antineoplásica según estudios en cultivos celulares y modelos animales de enfermedades como la diabetes, la obesidad y el cáncer.
El propóleo parece ayudar a combatir las bacterias, los virus y los hongos. También podría ayudar a curar la piel.
Jalea real: Es una secreción similar a la leche de las glándulas mandibulares de las abejas obreras que se utiliza para alimentar a las larvas de obreras y zánganos y, cuando se administra en grandes cantidades y durante períodos prolongados, para la alimentación y el desarrollo de las abejas reinas (hembras fértiles). La jalea real se recolecta de células individuales de abejas reinas y se usa con frecuencia en la medicina alternativa y tradicional.
Beneficios de la jalea real: La jalea real es sumamente nutritiva. Entre sus múltiples nutrientes están los siguientes,
Tiamina (B1)
Riboflavina (B2)
Ácido pantoténico (B5)
Piridoxina (B6)
Niacina (B3)
Ácido fólico (B9)
Inositol (B8)
Biotina (B7)
A parte tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes. Aunque el mecanismo exacto de cómo es que funciona sigue siendo un misterio, se ha demostrado que sus propiedades ayudan a la salud cardiovascular al reducir el colesterol malo en la sangre. Un estudio de un mes en humanos observó una reducción del 11 % y del 4 % en los niveles de colesterol LDL total y malo en personas que tomaban alrededor de 3 gramos de jalea real al día.
Polen: El de polen de abeja es la mezcla de polen de plantas y flores con néctar y saliva que las abejas utilizan en la producción de miel. El polen se recolecta colocando trampas en la colmena de abejas que eliminan parte del polen recolectado por las abejas.
Beneficios del polen: Su composición es muy variable pero incluye vitaminas, minerales y carbohidratos. El polen de abeja se vende como suplemento dietético y se afirma que tiene propiedades antiinflamatorias y antibacterianas. Se cree que el polen de abeja es beneficioso para el cáncer, la artritis y para mejorar el rendimiento deportivo, pero aún se están realizando investigaciones para comprobar esto. Lo que sí se ha detectado, es que el polen es rico en minerales, antioxidantes y vitaminas, lo cual lo hace sumamente nutritivo. Se ha informado que el polen de abeja causa reacciones alérgicas en pacientes con asma, dermatitis atópica y alergias al polen.
La cera de abeja: Es la cera natural producida en los segmentos abdominales de las abejas obreras que se secreta y deposita en escamas y luego se recolecta y se usa para construir el panal de miel para el almacenamiento de la miel y la protección de las larvas en la colmena. La cera de abejas se compone principalmente de ésteres de ácidos grasos de alcoholes de cadena larga.
Usos cera de abeja: La cera de abejas ha sido utilizada por los seres humanos durante siglos como lubricante, solución de glaseado o pulido o gel impermeabilizante. La cera de abejas es comestible, pero generalmente se combina con otros ingredientes o se usa para cubrir productos como el queso para su conservación y prevención de la contaminación por hongos o moho.
¿Cómo saber si estoy comprando productos de calidad?
Después del documental de Netflix, Rotten, en el episodio “Abogados, armas y abejas” donde se aborda los problemas del mercado de la miel, en el que se menciona como en muchas ocasiones la miel está diluida con otros sustancias para incrementar su rendimiento, los espectadores están más alertas de que la miel y los productos que compren sean de calidad y no estén diluidos.
Por lo que surgen preguntas, ¿cómo sé que estoy comprando productos de calidad? ¿Cómo sé que la miel que estoy comprando no está diluida?
Contactamos a Roxana Toscano, propietaria de Casa Toscano, productora de miel, propóleo y otros productos apícolas desde hace más de 100 años, para conocer su opinión experta en el tema.
P. ¿Cómo puede alguien estar seguro de que la miel o los derivados de las abejas como propóleo, jalea real y demás sean 100% “originales” y no estén diluidos?
R. A simple vista, es difícil reconocer productos apícolas auténticos. Un ejemplo es el caso de la miel, pues su color puede variar desde un blanco incoloro hasta un ámbar obscuro, casi negra. El color será determinado por el tipo de néctar que recolecten las abejas. También el olor, sabor y consistencia varía según la floración.
Para estar 100% seguros de que la miel o los demás productos son naturales, se requieren de diversos estudios de laboratorio. Por lo que se aconseja al consumidor, que, al adquirir un producto, es importante que sea de un negocio establecido y además que en la etiqueta no esté declarado algún aditivo como lo pudiera ser “glucosa” o “jarabe de maíz”, entre otros.
P. ¿Cómo se puede evaluar la calidad de una miel en casa, si no somos expertos y vamos en busca de miel, cómo podemos hacer una prueba casera de que es un producto de calidad?
R. Como se mencionó anteriormente, pudiera ser un poco complicado diferenciar una miel adulterada a una pura. Pero hay algunas pruebas caseras que le podrían ayudar al consumidor para detectar si la miel es pura.
Mezclar la miel en agua, la miel pura no se disolverá tan fácilmente como la adulterada. Si se agregan de 2 a 3 gotas de yodo a la solución no se deberá poner azul, de lo contrario sería una miel con aditivos como jarabe de maíz o de fructosa.
También se puede detectar la presencia de aditivos con una prueba sencilla, se deberá mezclar una cucharada de miel con un poco de agua fría (-8°C), después agregar alcohol de 96°. Si al realizar la mezcla se crea algún tipo de espuma blanca, será señal de que es un edulcorante artificial (dextrina) y no miel pura.
Pero la más confiable es la cristalización, es decir, la solidificación de la miel. Es un proceso natural de este alimento a temperaturas inferiores a los 25°. La cristalización deberá comenzar de la parte de abajo del envase hacia arriba, de lo contrario podría ser una señal de adulteración.
P. Desde tu experiencia ¿Cuál es el derivado de abeja menos valorado por la gente? Todo el mundo se va por la miel, pero las abejas producen otros compuestos maravillosos.
R. Lo más común es que la gente solicita la miel en sus diversos tipos de floración, pero existen productos extraordinarios elaborados por las abejas como lo es la jalea real y el propóleo. Pero este último, a mi consideración ha sido poco conocido y por lo tanto valorado. Este producto está compuesto por las resinas de árboles y otras fuentes vegetales, que recolectan las abejas para así procesarlas y depositarlas en sus colmenas. Se considera como una medicina natural, ya que actúa como antiséptico, antiviral y antiinflamatorio. Es auxiliar en enfermedades respiratorias, del aparato digestivo, circulatorio y además que tiene muchas propiedades dermatológicas.
Cuando se trata de los productos que consumimos es sumamente importante inclinarnos por la calidad y cerciorarnos tanto del producto como del proveedor para garantizar la calidad y autenticidad de lo que estamos comprando e ingiriendo.
Las abejas y sus productos derivados son verdaderamente maravillosos, recordemos cuidar a nuestras amigas las abejas y apreciar los increíbles regalos que nos dan.
